Fingen en la UAT que no saben nada
CIUDAD VICTORIA, (ASI).— La denuncia presentada ante la FEPADE contra Francisco García Cabeza de Vaca, convirtió el juego de dimes y diretes, en un proceso judicial que mancha la investidura gubernamental por no tener precedente, pues ahora está sentado en el banquillo de los acusados.
Esto ya no es un juego, advirtió un conocido jurista, refiriéndose al carácter juguetón del Gobernador de Tamaulipas, cuya gestión de dos años y medio es equiparable a una fiesta para él, caracterizada por cortar listones, asistir a eventos ajenos e inaugurar establecimientos comerciales, donde reparte abrazos, besos y ditirambos.
Esta denuncia penal puede llevar al titular del poder ejecutivo local de Tamaulipas, a un juicio donde pueden prosperar los cargos imputados y merecerle una sentencia de cuando menos, la pérdida del poder gubernamental que ostenta, e inhabilitación.
Esta querella judicial es más seria de lo que pueden creer los abogados del Gobernador, pues como debe ser de su conocimiento, el proceso se pondrá en marcha hasta que se demuestre su inocencia o culpabilidad.
En este último caso, un juez federal ordenaría activar el mecanismo legislativo de desafuero, para que el imputado cumpla la sentencia que dicte el juez de la causa.
Pero además, de resultar culpable, otros muchos implicados pagarían con él, las consecuencias de haberlo obedecido en sus maquinaciones, principalmente presidentes municipales y diputados locales, involucrados en las funciones de “Unidos por Tamaulipas”.
Es una ironía, pero están frescas las fotografías donde aparecen Cabeza de Vaca y el titular de la FEPADE, José Agustín Ortiz Pinchetti. (Pronúnciese Pinecti, según nos instruyó el entonces director editorial de El Mañana de Nuevo Laredo, don Francisco Fe Alvarez). Firmaron un convenio de colaboración dizque para evitar fraudes electorales.
Hoy, Ortiz Pinchetti (Pinecti no se oye grosero) instaurará el juicio contra Cabeza.
No hay escapatoria posible, porque el proceso judicial es de orden federal, no estatal, donde mandan los subalternos de Cabeza.
Es otra ironía, pero ayer anunció el pastor del Congreso local, el poeta de Nuevo Laredo Glafiro Salinas Mendiola, que demorará una semana más, la designación de Joel Aaron Medina Ladrón de Guevara, como nuevo fiscal electoral.
El pretexto invocado es que seguirán revisando el perfil del único candidato registrado, como si no fuera suficiente que lo ordenara Cabeza de Vaca, para hacerlo “elegir”. Es plan con maña, por supuesto.
Medina Ladrón de Guevara cobraba como director jurídico de la auditoría superior del Estado, del Congreso local. Significa que pertenece a la misma pandilla. Por cierto, venció el plazo de ley, 20 de febrero, pero no han publicado las cuentas públicas del ejercicio fiscal 2017, como es su obligación.
Algunos particulares han recurrido hasta al Instituto de Transparencia y Acceso a la Información de Tamaulipas, pero también les dan puras evasivas, para justificar a la auditoría superior del Estado.
La explicación que se intuye, es que están “cubriendo” las ineficiencias o irregularidades de gobiernos municipales, DIF, COMAPAS y otros entes obligados, debido a que son manejados por funcionarios del PAN.
Se protegen entre ellos mismos, dijo recientemente AMLO.
En temas políticos, Claudia Ruiz Massieu Salinas encontró un priísmo frío, solitario, distante, en Matamoros, pues hubo ausencia de militancia, prensa, candidatos. La única novedad fue la reaparición de Baltazar Hinojosa Ochoa, que acudió a saludarla, con afecto.
Hasta la conferencia de prensa de la presidenta nacional del PRI estuvo desairada. Dos micrófonos y una grabadora sobre la mesa dieron cuenta de la pobre asistencia de reporteros.
Doña Claudia no perdió empero la compostura y ni el tono triunfalista de su mensaje, aunque cometió un error garrafal. Pidió el voto de los tamaulipecos para los candidatos del PRI, según ella, para que tengamos en el Congreso local un contrapeso contra el Gobernador Cabeza de Vaca.
Se le olvidó a la doña, que existe actualmente una bancada parlamentaria integrada por 11 diputados locales del PRI, y sin embargo no hacen contrapeso, pues no son pocas las ocasiones en que algunos de ellos, votan a favor de las propuestas del PAN, especialmente el petrolero de Reynosa Moisés Balderas Castillo.
Los “representantes populares” del partido tricolor son tibios, titubeantes, desapegados, indiferentes, fríos, más preocupados por caerle bien al Truco, que en atender asuntos de su cargo.
Pero además, los candidatos de la señora Claudia, vale decir de Yahleel y de Egidio, son poco presentables, como la señora Laura Valdez de Nuevo Laredo y un tal Boby, de Reynosa. A ambos les achacan en redes sociales ciertos pecadillos económicos.
A propósito de Reynosa, padres de familia y profesores de la escuela primaria “Eva Sámano” cumplirán hoy tres días de huelga o inasistencia a clases, en protesta contra el gobierno estatal, panista, por no cumplir desde hace siete meses, el compromiso de rehabilitar los servicios sanitarios.
Los niños usan sanitarios portátiles pero por ser solo uno, algunos han contraído infecciones urinarias.
Otros vicios y errores persisten y agudizan en la Secretaría de Educación de Tamaulipas, pues el encargado de su manejo, Mario Gómez Monroy, no puede deshacer la red de privilegios conectada con el equipo del titular con licencia y candidato en Matamoros, Héctor Escobar Salazar.
Sueldos inflados, compensaciones exageradas, prestaciones y otras prerrogativas, siguen siendo pagadas a recomendados de Escobar Salazar, cuya oficina en Tamatán no ha sido desmantelada, porque saben que regresará a ocuparla, cuando resulte derrotado en las urnas.
También siguen de mal en peor las cosas en la UAT, cuyo Rector José Suárez Fernández no tiene autoridad para mover ni un cuadro, pues los emisarios de Cabeza de Vaca se encargan del manejo financiero, académico y hasta del equipo Correcaminos.
Fue un escándalo la revelación hecha en un programa radiofónico chilango, de la corrupción que envuelve al equipo deportivo y de cómo sus directivos se enriquecen sin medida, pero la UAT copió el modelo Cabeza de Vaca, de hacer como que no pasa nada.
En otros temas, Tamaulipas puede quedarse sin transporte urbano en los siguientes días, pues los concesionarios quieren imitar el paro que hicieron sus colegas en Monterrey, para obligar al Bronco a autorizarles un aumento de tarifas.
Egidio concedió antes de irse, una alza en los precios de boletos al transporte urbano, en el entendido de que Cabeza de Vaca haría otro tanto, pero fiel a su costumbre, el mandatario panista no ha cumplido, todavía.
Monterrey tuvo días de trastornos colectivos cuando se suspendió el servicio de transporte; miles de personas llegaron tarde o no lo hicieron, a sus centros de trabajo, a las escuelas, y obligaron a las autoridades a sentarse a negociar.
Igual quieren hacer en Tamaulipas.
Hoy es el Día del Trabajo, que se celebra no yendo a trabajar. Por consiguiente, esta columna no se escribe hoy y reaparecerá hasta el viernes.
Por ausencia del JR todavía no se confirma si viene o no a Tamaulipas el Presidente Andrés Manuel López Obrador. El viernes 3 de mayo es Día Mundial de la Libertad de Prensa. No para el gobierno de Tamaulipas, que odia a los comunicadores.
Por cierto, el amigo lector Rafael Díez Piñeyro nos hizo el favor de rectificar un dato consignado en la columna anterior. Cuando ocurrió el asesinato de José Francisco Ruiz Massieu, 28 de septiembre de 1994, el Presidente de la República lo era Carlos Salinas de Gortari. Zedillo lo sucedió dos meses después.
Cumplen años mañana, Héctor José Aguilar y el periodista Evaristo Gutiérrez.
Correo electrónico: albertoguerra65@hotmail.com