Pólvora y cachetadas en las campañas
CIUDAD VICTORIA, (ASI).— La presidenta nacional del PRI Claudia Ruiz Massieu Salinas visitará hoy la ciudad de Matamoros, pero el partido está tan disminuido aquí, que el anuncio de su presencia, no entusiasma, no emociona, no despierta interés.
Apenas en el pasado reciente, un personaje de esta talla era recibido en Tamaulipas en medio de una fiesta colectiva, glamorosa, desbordada, delirante, con casi un día de descanso obligatorio, para la familia tricolor, por supuesto.
Sabemos que esa algarabía política era fingida, ficticia, artificial, pura simulación, pero había la capacidad emocional y económica, de montar esa farsa para dar la apariencia de júbilo en las masas, por la enorme distinción de recibir la visita de un prócer nacional.
Hoy, el PRI no tiene fortaleza política ni fortaleza económica. Hasta el Partido Movimiento Ciudadano tuvo en la elección local reciente, un sorprendente tercer lugar en votación, mandando al partido tricolor al sótano.
Lo más triste y doloroso para los militantes que llevan grabadas las siglas del tricolor en la piel, es que su partido está postrado por decisión propia de su líder moral en el sexenio anterior, Egidio Torre Cantú.
Torre usó al PRI como letra de cambio, patente de corso, trueque y permuta pactada con el gobierno estatal, del PAN, a cambio de impunidad, borrón y cuenta nueva, respecto de las irregularidades del sexenio anterior, descubiertas y denunciadas en los medios por Francisco García Cabeza de Vaca y sus colaboradores.
Egidio no tuvo escrúpulos para vender al PRI, debido a que ya no era un partido respetable, desde que Salinas de Gortari hizo caer el sistema para encaramarse él al poder, y sobornar al PAN con la gubernatura de Baja California, en 1989.
El desmoronamiento se precipitó con el asesinato de Luis Donaldo Colosio, la corrupción de los gobiernos estatales, tolerada y acicateada por el gobierno federal, las reformas estructurales de Peña Nieto, que privatizó las riquezas del subsuelo, el agua y entregó en 2016 siete gubernaturas al PAN, incluida la de Tamaulipas.
De hecho, Salinas de Gortari continúa teniendo el control del PRI desde el exilio (igual que lo hace Egidio en Tamaulipas) y por eso tiene apuntados como candidatos a la presidencia tricolor a Ulises Ruiz Ortiz, Ivonne Ortega Pacheco y José Narro Robles, más el tapado, todos pertenecientes a su establo.
En Tamaulipas, el PRI también está desmantelado. La CTM, la CNC y la CNOP, son ahora simples cascarones, membretes, sin presencia ni influencia política, al grado de que los nombres de sus titulares son desconocidos para muchos de sus militantes de esos sectores.
Ni que decir del Movimiento Territorial y los organismos que presumen de aglutinar a los jóvenes y a las mujeres. No existen más que en el papel, lo mismo que la Fundación Colosio o como se llame ahora, y hasta el Instituto de Capacitación y Desarrollo Político.
Los 22 candidatos de mayoría relativa a diputados locales del partido tricolor son improvisados, recién llegados, nuevos, sin presencia social ni carisma, discurso ni pueblo detrás de ellos.
Los candidatos de representación proporcional o plurinominales están peor, cuando menos los que encabezan la lista, porque son producto del compadrazgo, la recomendación, el nepotismo, el vulgar dedazo.
Con el agravante de que se cometió el abuso insólito, atípico y tolerado, de acomodar en las primeras posiciones, a integrantes del comité directivo estatal. Se le pasó la mano a Egidio, pero las vacas sagradas, los santones del PRI, permanecen callados.
Los candidatos del PRI, que tradicionalmente eran los ricos en los procesos electorales, porque sus chequeras eran fondeadas por los gobiernos revolucionarios, ahora dan lástima porque no cargan ni para pagar un bote con agua.
La dirigencia del partido tricolor se esfuerza por fingir certeza de triunfo, con el cuento de que sus 300 mil votos duros, los rescatarán de la ignominia. Harán el ridículo con esa apuesta quimérica, porque esa militancia ya mudó de preferencia.
Ex presidentes municipales que fueron orgullosos de su militancia, ahora operan para la oposición. Son los casos emblemáticos de Guadalupe González Galván, Magdalena Peraza Guerra, Oscar Almaraz Smer, Jaime Rodríguez Inurrigarro, Oscar Luebbert Gutiérrez, Chuchín el de Matamoros, José Suárez López, Juan Diego Guajardo Anzaldúa, Rogelio Villaseñor Sánchez, Jesús Villanueva Perales, Javier Villarreal Terán.
También hoy lunes, Alejandro Rojas Díaz Durán presentará denuncias en la FEPADE contra Francisco e Ismael García Cabeza de Vaca y algunos de sus colaboradores y candidatos, por presuntos delitos electorales.
Rojas, senador suplente de Ricardo Monreal Avila, hizo el jueves en Reynosa una conferencia de prensa boicoteada por el gobierno estatal, panista, donde presentó documentos que según su dicho, son pruebas de los delitos imputados.
Por amenazas de la vocería cabecista, una gran porción de la prensa tamaulipeca silenció la presencia de Rojas en Reynosa y los asustados funcionarios estatales cometieron hasta la vulgar y barata maniobra de enviar a una mujer, a tratar de desbaratar la comparecencia, con insultos contra López Obrador y con elogios a Cabeza de Vaca.
Yahleel Abdalá Carmona anunció a través de un boletín, que el PRI también ha presentado denuncias contra el PAN y sus candidatos, diez hasta ahora, por supuestos excesos en gastos de campaña, una contra Arturo Soto Alemán, en Ciudad Victoria.
Alejandro Etienne Llano publicó que la gente que visita en la colonia, se quejan hasta con lágrimas, que el PAN-gobierno les retiró el reparto de las despensas, frijoles con gorgojos, por la presunción de que no votarán por sus candidatos.
Y el senador Américo Villarreal Anaya no quita el dedo del renglón, de su propuesta de que se cree en la cámara alta del Congreso de la Unión, de una comisión que vigile el comportamiento de los Gobernadores, para impedir que repitan fraudes electorales.
En Ciudad Mante, se produjo la primera cachetada de la temporada y la recibió un joven impertinente que a toda costa quería interpelar al candidato de MORENA, Javier Villarreal Terán, cuando hacía un recorrido por la plaza principal.
Se trata de David Perales Segura, ex colaborador de Javier, que lo persiguió para echarle en cara que su desempeño anterior como diputado local, del PRI, fue infructuoso.
Perales fue contenido por personas enfundadas en chalecos de MORENA, que le gritaban traidor y vendido, pero no consiguieron atajarlo, ni aún la señora que le asestó un golpe con la mano abierta, en la cara.
“Te mandó El Truco”, le reprochaban a David, pero él no se inmutó. Logró llegar hasta donde estaba el candidato y le echó el brazo al cuello, pero Javier Villarreal rápidamente lo zafó y le ordenó enojado “no me toques”.
Versiones de prensa no confirmadas, refieren que la candidata del Movimiento Ciudadano en Reynosa podría retirarse de la contienda, pues sufrió la mala experiencia de quedar en medio de una balacera cuando hacía proselitismo en una colonia, acompañada de su madre.
En la prisa por proteger a la señora, a ella misma y a su equipo, resbaló y se lastimó el tobillo, en tanto que la situación de pánico le produjo parálisis parcial incipiente, que requirió ser atendida en un hospital.
Se trata de la única candidata que pidió protección policiaca al gobierno estatal, panista, pero como en el caso de la activista social de San Fernando Miriam Elizabeth Rodríguez Martínez, no le hicieron caso.
Otra dama apasionada por la política, Nayma Karina Balquiarena Pérez, convalece de en Ciudad Victoria, de un quebranto de salud.
Y en Matamoros cumplió años el empresario Jorge Almanza Armas. Tienen fiestas por el mismo motivo, Pedro Pérez Navidad y José Alfredo Peña Rodríguez.
Cerramos la colaboración con el apunte de que la compulsión cabecista por recaudar dinero, llevó al gobierno estatal a promover que el gobierno estadounidense ponga a su nombre una propiedad pagada con supuesto dinero público mal habido.
Correo electrónico: albertoguerra65@hotmail.com
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