Otra vez, guerra sucia de Cabeza, con testaferros
CIUDAD VICTORIA, (OGP).— El desfile del Día del Trabajo es cada año más triste, corto y patético, porque está convertido en una tradición que se niega a morir no obstante que hace mucho tiempo que perdió su esencia.
En su origen, el desfile del 1 de mayo era para agradecer al Presidente de la República de turno, los beneficios (supuestos o reales) que desparramaba el gobierno sobre la clase obrera.
Cuando el sistema empezó a desmoronarse porque cedieron los soportes de hipocresía que lo sustentaban, el movimiento obrero desprovisto de sus líderes tradicionales que sucumbieron al paso del tiempo, se erigió en severo juzgador y reclamante de reivindicaciones laborales y sociales.
Ya no resultaba cómodo ni servía para la auto-complacencia que desfilaran los contingentes cetemistas frente al Palacio Nacional porque no aplaudían sino censuraban, no elogiaban sino exigían y además, en un tono nada comedido, amable ni condescendiente.
Aquel legendario Gracias Señor Presidente, se convirtió con el tiempo en un Ya Basta, Presidente, y por eso se canceló en definitiva la parada obrera, que además nunca tuvo buenos resultados en el sentido de que se cumplieran las demandas escritas en las pancartas.
En vida, don Fidel Velázquez mediatizó al sector laboral para que no molestara al gobierno ni a los patrones con sus históricas demandas de mejorías, pero cuando menos tenían los trabajadores una cierta representación social decorosa, con posiciones en las Legislaturas, en los Cabildos, en el propio Gabinete.
Ahora, el sindicalismo mexicano sigue sirviendo al gobierno y al patrón pero sin siquiera el consuelo de tener espacios en el Congreso de la Unión y en las cámaras locales de diputados, salvo cuando los "líderes" las consiguen mediante otras exigencias, presiones, chantajes o complicidades.
Estamos hablando de caciques sindicales como el petrolero, el telefonista, el azucarero, el minero, etcétera.
Por supuesto que existen excepciones pero raquíticas, especialmente en Tamaulipas, donde Edmundo García Román vendió la causa obrera a cambio de nada, nada para la clase obrera, pues si bien él no tiene ninguna posición política (es suplente, equivalente a lo mismo), se dice que tiene grandes negocios pactados en su etapa simbiótica de patrón.
Hubo el sábado en algunas ciudades tamaulipecas, desfiles conmemorativos del Día del Trabajo, sin incidentes, novedades ni contratiempos. Fueron pocos, mínimos y breves.
Desplegaron como siempre, pancartas y a veces hasta humildes pedazos de cartoncillo para escribir allí sus eternas demandas contra el Seguro Social, el INFONAVIT, las tarifas eléctricas, la violencia contra la mujer, la inseguridad pública, el miserable salario mínimo, el hambre, la explotación de los menores, los gasolinazos.
Por supuesto, fue una ocasión ideal para candidatos pues pudieron mezclarse con multitudes para ofertar sus proyectos políticos.
En Reynosa, el secretario general de la Federación Regional de Trabajadores, Reynaldo Garza Elizondo, tuvo invitados de honor adicionales pues además del alcalde José Elías Leal, estuvieron con él el diputado federal saliente Marco Antonio Bernal Gutiérrez, de Matamoros y el Secretario de Obras Públicas Manuel Rodríguez Morales.
Al día siguiente ocurrió la visita del presidente nacional del PRI César Camacho Quiroz, a Matamoros y Tampico, pero Bernal Gutiérrez no quiso asomarse allí.
En Matamoros, el doctor Camacho Quiroz se hizo acompañar por su flamante secretario de organización, Baltazar Hinojosa Ochoa, candidato plurinominal a diputado federal. Lo atendieron el presidente estatal tricolor Rafael González Benavides y los candidatos Edgar Melhem Salinas y Jesús de la Garza Díaz del Guante.
Fue sobresaliente la manera en que el doctor Camacho se refirió al trabajo proselitista y el grado de penetración que ha conseguido en el ánimo ciudadano el abanderado de Río Bravo.
Anunció el presidente nacional del PRI, que la bancada de este partido apoyará en la próxima Legislatura, la propuesta de Melhem, de restaurar el Fondo Fronterizo para que sigan fluyendo los recursos federales hacia programas sociales que hoy están descuidados.
Dijo César en su mensaje a los matamorenses, que el triunfo del partido tricolor está garantizado porque sus candidatos no son producto de la improvisación, sino hombres y mujeres con vasta experiencia, sensibilidad social, capacidad de gestión y ganas de hacer bien las cosas.
Camacho no dejó traslucir sus emociones personales, pero llegó afligido por la noticia confirmada de que un comando de sicarios asesinó en el Estado de Guerrero, a uno de sus candidatos a presidente municipal.
Ocurrió en el mismo lugar donde días antes aventó la toalla la candidata de MORENA, por las amenazas recibidas y la falta de garantías.
La violencia no cesa en el país pese a los denodados esfuerzos del gobierno federal. Guadalajara fue puesta en estado de máxima alerta por una brutal embestida de los perpetradores de acciones anti-sociales, que llevaron los bloqueos, incendios y asaltos a cuatro Estados vecinos, Colima, Michoacán, Guanajuato y Zacatecas.
Hasta un helicóptero militar consiguieron derribar los delincuentes, muriendo tres soldados y desapareciendo otros tres. La jornada produjo un número de muertos indeterminado.
(En un reciente episodio sufrido en Reynosa, un travieso y ocioso ciudadano subió a las redes sociales un video con un helicóptero alcanzado por un misil, lo que muchos interpretaron como una baja aérea en esa ciudad. Fue una mentira, pero esa tragedia ya ocurrió, en la perla tapatía).
El Secretario de la Defensa Nacional rindió homenaje a los militares muertos en esa acción, en un evento celebrado en Cuautla, Morelos, a donde acudió como invitado de honor.
El General Salvador Cienfuegos Cepeda hizo allí un un llamado de carácter nacional para acabar con el flagelo de la delincuencia, pero usando un lenguaje político que deja muchas cosas a la interpretación, vulgo, se fue por las ramas por no llamar las cosas por su nombre.
Dijo el General Secretario, textualmente: "hay que romper los sitios de la corrupción, la impunidad, la ilegalidad".
Por delicadeza, diplomacia, tacto extremo o lo que sea, el titular de la SEDENA escurre el bulto y se niega a tomar el toro por los cuernos, insinuando apenas la causa real del problema social que tiene postrado a México.
Y tiene que ser un periodista el que lo exponga el tema llanamente, con valentía, sin cortapisas ni ambages. Jorge Ramos lo publicó en su más reciente colaboración emitida en Estados Unidos, donde vive y trabaja:
"En México, muchos saben que cuerpos de policía están coludidos con los criminales". Corrupción e impunidad, eso es lo que incubó el problema delincuencial que rebasó al gobierno y que tiene en sus manos la gobernabilidad de ciertas zonas.
Identificado el mal, es fácil diagnosticar la solución, el remedio, la medicina, la salida, el arreglo, la salvación, el alivio.
Entonces ¿qué espera el gobierno para operar?.
Por cierto, ayer fue el Día Mundial de la Libertad de Expresión, según una resolución de la ONU que data de 1993.
En otros temas, Reynosa es testigo de una enérgica postura adoptada por el presidente del comité municipal del Partido de la Revolución Democrática, Juan Manuel Rodríguez Nieto, donde desconoce a su secretario de derechos humanos, Fidel Rodríguez Mireles, por andar de hocicón.
En una Carta Abierta distribuida a los medios, el ex diputado local perredista Rodríguez Nieto revela que Fidel Rodríguez Mireles traicionó a ese partido al servir de esquirol, instrumento y comparsa al senador del PAN Francisco García Cabeza de Vaca, en ataques infundados contra funcionarios del PRI.
Esto es un escándalo que incendiará las páginas y los micrófonos de los medios durante muchos días, pues el panista seguramente rebatirá con el estilo que lo caracteriza, lo mismo que su asociado Joaquín Olea, mencionado en el rotundo mentís del PRD municipal.
Mañana abundaremos en el tema porque hoy se agotó nuestro espacio.
Distribuido por la Oficina de Gestoría de Prensa S. A. de C. V.
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