Alguien tiene que pagar, en Reynosa, pero no saben quién
CIUDAD VICTORIA, (ASI).— Toda la corporación de la policía ministerial de Reynosa fue concentrada en Ciudad Victoria para que jefes y agentes expliquen por qué no intervinieron en defensa de la sociedad, la madrugada del sábado y todo ese día, cuando se produjo una inusual jornada de violencia, por el abatimiento por la Marina del jefe criminal de la plaza.
Estamos hablando de 32 agentes de la policía ministerial y de sus jefes, que se escondieron ese día para no participar en las tareas de proteger a la sociedad de los embates de los perpetradores de acciones anti-sociales, que hicieron de las suyas porque los marinos fueron por su jefe y lo inmovilizaron definitivamente.
Esos agentes y sus jefes son sospechosos de conducta ilegal, anti—ética, corrupta y traicionera, pero eso ya lo sabe el propio Gobernador Francisco García Cabeza de Vaca desde que andaba en campaña, porque los denunció una y otra vez.
Lo extraño es que dejó pasar casi siete meses antes de revisar los expedientes de cada uno de estos servidores públicos, para comprobar si son corruptos o no. Una situación que también se dio en los penales, pues solo hasta que hubo fugas y explosiones de violencia, escarbaron en la dependencia.
Como sea, el caso es que los agentes ministeriales están bajo investigación o al menos eso es lo que se desprende de la concentración de todos ellos en Ciudad Victoria, porque este gobierno estatal, panista, se sigue manejando sin transparencia, en plena opacidad.
La situación de Reynosa no está resuelta porque es latente en peligro de represalias, como lo reconoció el mismo alto mando de la Marina, que ordenó por escrito a sus oficiales y elementos, estar en aleta máxima.
Seguramente esta situación de peligro mantiene estresados a los marinos y con el dedo muy sensible puesto en el gatillo, pues cometieron el error de confundir las explosiones del mofle de un viejo vehículo con disparos de arma de fuego, y acribillaron al humilde chofer que se debate entre la vida.
Una diputada local del PAN, María del Carmen Tuñón Cossio, de Tampico, declaró que está investigando a qué instancia gubernamental le corresponde pagar por los daños que resintieron los dueños de negocios y particulares, durante la jornada de violencia que sufrió Reynosa el fin de semana.
“Alguien tiene que pagar”, es la conclusión de esta representante popular del puerto jaibo, refiriéndose a las cuantiosas pérdidas ocurridas por el incendio y saqueo de tiendas de conveniencia, de casas particulares, deshuesaderos de vehículos y unidades motrices que fueron secuestradas por delincuentes para ser usadas para el bloqueo de calles y carreteras.
En el plano político, Reynosa también dio la nota, con la instalación de una delegación municipal del PAN en lugar de elegir a una nueva directiva, nacida del temor del jefe político de Tamaulipas, de que la presidente municipal Maki Ortiz Domínguez consiguiera acomodar a seguidores suyos al frente del partido del gobierno en el municipio.
La diputada local Juanita Sánchez Jiménez tomó posesión como delegada del PAN en Reynosa, en una ceremonia que manejó Ismael García Cabeza de Vaca pues el Kiko Elizondo Salazar es presidente partidista sólo en el papel.
Maki dio otra muestra de civilidad política pues allí estaba El Chuma, el orquestador de la campaña que quiere tumbarla, y sin embargo aceptó la invitación de asistir a la ceremonia e inclusive, expresar un mensaje político.
Por cierto, Maki visitó la colonia Riveras del Carmen para encabezar la audiencia pública y atendió a casi mil personas que plantearon sus inquietudes en demanda de soluciones.
La presidente municipal de Reynosa informó a los colonos de los esfuerzos que hace su gobierno para salir adelante, especialmente con las inversiones para modernizar los cárcamos y hacer eficiente la disposición de las aguas residuales.
Acompañaron a la jefa del Cabildo en esta jornada ciudadana, el secretario técnico Hugo Ramírez, el titular de Desarrollo Social, doctor Eduardo Bladinieres, el presidente del DIF, Carlos Peña Ortiz, el Secretario de Obras Públicas, Mario Cantú, síndicos, regidores y otros colaboradores.
Cambiamos de tema para referir que ayer viajamos de Reynosa a Ciudad Victoria y observamos un intenso movimiento de maquinaria agrícola, a vuelta de rueda, que significa un riesgo de accidentes por ser una rúa de alta velocidad,
Está por iniciar la cosecha de sorgo y maíz pero los funcionarios del Estado, panista, no lo saben porque están en la etapa del aprendizaje (apenas llevan casi siete meses cobrando), e ignoran que existe un operativo que se llama “Grano de Oro”, inaugurado en el sexenio del inolvidable y querido ingeniero Américo Villarreal Guerra.
Se trata del desplazamiento de agentes policiacos para que vigilen el movimiento carretero de los vehículos propiedad de los agricultores, especialmente tractores, trilladoras y camiones que transportan los granos, a efecto de que no produzcan accidentes.
En temas políticos, ayer se concretó la renuncia del médico Felipe Garza Narváez a su militancia en el PRI, en medio de una vorágine de opiniones encontradas.
Felipe conversó con periodistas para explicar sus razones de dejar el partido donde hizo una exitosa carrera política. Quedó claro que no reniega del PRI, sino de las personas que lo manejan, a nivel nacional y a nivel estatal, por estar traicionando a una militancia que no está siendo tratada con respeto.
Por su parte, el tribunal electoral del poder judicial de Tamaulipas, acordó en su sesión de ayer, emplazar al PRI nacional a responder dentro de los siguientes cinco días, a la pregunta de Enrique Cárdenas del Avellano, por la demora en emitir la convocatoria para elegir un nuevo comité estatal.
Enrique no está entusiasmado. Opina que los magistrados electorales tamaulipecos cobran mucho sueldo, pero trabajan muy poco.
Correo electrónico: albertoguerra65@hotmail.com
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