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lunes, 3 de diciembre de 2018

Carlos Cantúrosas: no estoy escondido
CIUDAD VICTORIA, (ASI).— Carlos Cantúrosas Villarreal nos hizo recordar ayer a su padre del mismo nombre (1940-2010) cuando lo escuchamos exclamar con vehemencia, emoción y buen humor, a través de la línea telefónica, que son infundios retorcidos los que se están manejando, acerca de denuncias penales en su contra.
Habla Carlos como su padre, alegre, a veces a gritos, festivo, improvisando bromas idiomáticas, usando refranes, divertidos juegos de palabras, despreocupado y con gran desenvoltura.
De entrada, el ex presidente municipal de Nuevo Laredo, del PAN, (2013-2016) aclara que no ha sido notificado de órdenes de aprehensión o de presentación en su contra, por la sencilla razón de que no existen.
Se trata en todo caso, de un expediente judicial relativo a un pleito entablado por un funcionario municipal del trienio 2011-2013 que encabezó Benjamín Galván Gómez, contra el siguiente jefe del Cabildo y todos sus integrantes.
Cantúrosas no lo mencionó por su nombre, pero es Fernando Miranda Macías, ex Secretario del Ayuntamiento priísta, a quien se le sentó en el banquillo de los acusados bajo la presunción de algunas irregularidades.
Miranda fue procesado y encarcelado bajo cargos de uso indebido de atribuciones y facultades, y posteriormente, contra-atacó con una demanda penal contra el presidente municipal Cantúrosas Villarreal y todos los integrantes de su Cabildo.
Los abogados de Cantúrosas ganaron el juicio y el juez de la causa dictó un auto de inejercicio de la acción penal. Punto final, causa resuelta y cerrada.
Pero por causas misteriosas, alguien ordenó reabrir el caso o cuando menos filtrar a la prensa información en ese sentido, añadiendo datos sesgados, engañosos, falsos, mentirosos, especialmente, que ya buscaba la ley a Cantúrosas por manejo irregular de recursos, por montos millonarios.
El ex presidente municipal panista de Nuevo Laredo, hijo de la leyenda Cantú Rosas, rehúsa entrar en especulaciones acerca de si hay motivaciones políticas en esta renovada embestida mediática en su contra.
Solo ríe y deja que cada quien saque conclusiones. Por su parte, se declara tranquilo, sosegado, dedicando tiempo completo a la familia y a los negocios, madurando proyectos empresariales.
De política, nada, por ahora. Carlos Cantúrosas Villarreal disfruta realmente su retiro del quehacer público porque se trata de otra dimensión de la vida social. Eso no significa que esté cansado, arrepentido, escondido o jubilado.
Hace apenas unos días, abogados acudieron en su representación ante funcionarios del gobierno tamaulipeco, para solventar algunas otras observaciones hechas a su cuenta pública del año 2013.
Esa cuenta de su gestión edilicia ya estaba revisada y aprobada por el pleno del Congreso local, pero por circunstancias inexplicables, volvió a someterse a exhaustiva revisión, hallando ahora los auditores supuestas irregularidades.
Todo está bien, en orden, legal, conforme a derecho y a la norma institucional, dice, convencido que no hay motivo de temer, porque nada debe.
Otra patraña orquestada por los misteriosos autores de esta fake news, es que el juez federal que concedió un amparo de la justicia a Cantúrosas fue funcionario de su administración municipal y que incurrió por ello en conflicto de intereses.
Carlos rechaza conocer siquiera a ese funcionario de la judicatura federal. Los Secretarios del Ayuntamiento de Cantúrosas fueron Lauro García, Raúl Cárdenas e Hilario Molina.
Conocimos a Carlos Cantú Rosas, padre, cuando ganó la presidencia municipal bajo el auspicio del PARM, para cubrir el trienio 1975-77. Todos los días nos instalábamos en el despacho del alcalde el reportero Damián Aviña Palomino, el diputado local, parmista, Enrique Rivas Ornelas, el fotógrafo Antonio Morales y el autor de esta columna.
Allí aprendimos una lección de periodismo, cuando Rivas Ornelas nos soltaba información política confidencial del Congreso local o del palacio de gobierno donde entonces despachaba don Enrique Cárdenas González.
“Pero no pongas que lo dije yo”, ordenaba el entonces joven y simpático diputado. Cuando transcurrían los días sin que El Mañana publicara la nota filtrada por Rivas Ornelas, nos reclamaba con fingido enojo.
La moraleja era: cuando un político dice que no, quiere decir que sí.
Otra nota bomba que detonó ayer en Tamaulipas, fue la develación del dictamen de la comisión de puntos constitucionales, de la cámara federal de diputados, donde acuerda proponer al pleno, la aprobación de ocho artículos constitucionales, para revocar el mandato de los Gobernadores, al cumplir la mitad de su gestión.
La reforma constitucional planteada por López Obrador desde que andaba en campaña, es en materia de consulta popular y revocación de mandato, y tendrá vigencia y aplicación no sólo para remover anticipadamente al Presidente de la República, sino también a Gobernadores, presidentes municipales, legisladores.
También ayer, el diputado federal Gerardo Fernández Noroña, famoso por sus desplantes excéntricos y por decirles en sus caras sus verdades a los políticos y funcionarios corruptos, envió un amable mensaje a los tamaulipecos, para que apliquen aquí esta revocación.
Ignoramos si el mensaje de Noroña tuvo algo qué ver, pero redes sociales rugían ayer de contento por el anuncio del inminente decreto y no exageramos con la afirmación de que hubo ambiente de fiesta de casi todos los firmantes.
Cuando el Presidente Felipe Calderón Hinojosa estaba de viaje en El Vaticano, deslizó una declaración con mensaje oculto. “Yo no estoy de acuerdo en desaparecer los poderes de Tamaulipas con motivo de la violencia imparable”, dijo, más o menos.
Nadie había hablado de desaparecer los poderes, pero fue la manera de decirle al Gobernador de la época, Egidio Torre Cantú, que hiciera mejor su trabajo o sería echado del poder.
Egidio se empanicó y ordenó a su alter ego Guillermo Martínez García, que organizara manifestaciones públicas en su apoyo, para que el gobierno central supiera que la sociedad tamaulipeca no permitiría intromisiones que lo afectaran.
El problema era que Egidio se había aislado de los grupos políticos, sociales, empresariales, de la prensa, de todo mundo, pues su arrogancia y egoísmo le hicieron creer que no necesitaba de nadie.
Allí fue cuando Torre se transformó, se humanizó, se despojó de los aires de grandeza y puso los pies en la tierra.
Recordamos esa anécdota ahora que la FECANACO visitó Ciudad Victoria para arropar al gobierno estatal, panista, con el discurso contra los super-coordinadores federales, la autonomía del Estado y la defensa de la soberanía.
Por cierto, mañana toma posesión el licenciado Andrés Manuel López Obrador como Presidente de la República y las cosas cambiarán para todos los mexicanos, pues empezarán a regir nuevas formas de hacer política, caracterizadas por la extinción de la corrupción gubernamental.
Por cierto, cayó en Tamaulipas como bomba la denuncia del Secretario de Educación saliente, Otto Granados, de que algunos gobiernos estatales se robaban la nómina de los maestros.
Decía Juan Gabriel, lo que se ve no se juzga.
Hoy cumple años el periodista de Río Bravo Daniel Romero Alemán y Marco Antonio Bernal Gutiérrez. Don Lupe Díaz Rodríguez, fundador de El Gráfico, nació un día como hoy pero hace 94 años.
En la UAT, el Rector José Suárez Fernández presume que el patronato universitario le aprobó estados financieros, pero omite mencionar que es un organismo colegiado cojo pues funciona con solo tres de cinco miembros, desde hace muchos años.
Y Baltazar, pobre Baltazar, ya se le acabó la chamba federal, como titular de SAGARPA. ¿Cómo volver al activismo político si pagó con desprecio los 500 mil votos que le dieron los tamaulipecos?
Mañana, la entrevista completa con el PELUCO.
Correo electrónico: albertoguerra65@hotmail.com

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