Rafael Díez Piñeyro para diputado local
CIUDAD VICTORIA, (ASI).— Cuando se publicaron las versiones de un sub-ejercicio de más de cinco mil millones de pesos en el último año de gestión del Gobernador Egidio Torre Cantú, muchos observadores cifraron su certeza de incredulidad en un detalle que parece cómico pero es trágico: si Egidio hubiera tenido ese dinero a la mano, se lo hubiera robado, también.
Un sub-ejercicio de dinero presupuestado supone que no se empleó en el rubro autorizado y por consiguiente, se regresó a la federación. Pero existen otras hipótesis que explican un sub-ejercicio, por ejemplo, que el dinero presupuestado nunca se radicó en Tamaulipas, es decir, existió sólo en el papel, en el documento, en la proyección.
Esto último es lo que parece ocurrió con los más de cinco mil millones de pesos que estaban presupuestados en 2016 pero no se ejercieron, no se gastaron en los rubros autorizados, seguridad y obras, principalmente.
Es cierta la broma que le inventaron a Torre. Si hubiera recibido esa fortuna en las cuentas bancarias donde le depositaba la federación, habría gastado el dinero para hacer efectiva la frase feliz que adoptó como su favorita el ingeniero Manuel Rodríguez Morales, “entre más obras, más sobra”.
El ex mandatario de triste memoria (Egidio, no Manuel Cavazos Lerma, aunque ambos tienen igual repulsa ciudadana), sigue mostrando un absoluto desprecio para la sociedad tamaulipeca a la que decepcionó, pues guardó cobarde silencio cuando surgió la versión del sub-ejercicio.
Algunas versiones de prensa le atribuyen a la tesorera del gobierno estatal, panista, la intención de convocar a una conferencia de prensa, para explicar detalles técnicos del sub-ejercicio que disiparán la sospecha de que Egidio dejó en caja más de cinco mil millones de pesos.
Contrasta la actitud soterrada de Torre Cantú con la que asumió el diputado federal Gustavo Cárdenas Gutiérrez, quien pidió públicamente explicaciones sobre el tema, para disipar dudas envenenadas.
El PRI guardó conveniente silencio ante el escándalo que iba creciendo, y hasta Baltazar Hinojosa Ochoa pecó de omiso pese a que más de medio millón de tamaulipecos lo prefirieron a él como Gobernador de Tamaulipas.
No tarda el ex candidato tricolor en volver a enamorar a los electores tamaulipecos, pues el 2018 está a la vuelta de la esquina y con él, la oportunidad de poner candidatos a presidentes municipales, diputados federales (ahora nueve) e inclusive, él como abanderado al Senado.
El PRI tamaulipeco está ahora en la más absoluta orfandad pero el inminente proceso electoral le dará vida artificial, lo hará resucitar cual vulgar zombi, así sea sólo para que el grupo de vivales se dispute la potestad de repartir candidaturas, en ausencia de un jefe político que despache en el palacio de gobierno.
Por cierto, Aída Zulema Flores Peña hizo una tardía fiesta por los 88 años del PRI, en la colonia victorense Estudiantil (antes estuvo en Nuevo Laredo, pero ni quien la pelara), donde se exhibió la tremenda fractura de la mesa directiva, pues hubo un gran ausentismo.
Alejandro Guevara Cobos, diputado federal mantense, que sigue anunciándose como presidente partidista o como delegado federal de SEDESOL (“lo que ocurra primero”), asistió como invitado de honor.
También hizo gala de gran desparpajo e hipocresía el reynosense Humberto El Caliches Valdez Richaud, abrazando a Aída Zulema a la que apenas un día antes había acusado en una Carta Abierta de tener hundido al PRI.
“Los priístas estamos enojados y confundidos, por la falta de respeto (..) de Aída Zulema”, lloriqueó El Caliches en su cantinflesca Carta Abierta donde se destapa como aspirante a sucederla.
Por cierto, Reynosa tuvo el sábado una alegre y nutrida cabalgata que arrancó en un punto de la carretera Ribereña, paseó por el centro de la ciudad, llegó al quiosco donde hubo una suculenta comida y rifa de regalos, y desembocó en la Plaza de las Américas, frente al puente internacional.
La presidente municipal Maki Ortiz Domínguez encabezó la columna de jinetes venidos de diferentes poblados y ejidos, a bordo de una típica y grande carreta, acompañada por otros ediles y algunos de sus colaboradores.
La primera autoridad iba vestida con la cuera tamaulipeca y sombrero, saludando a las familias que les aplaudían desde las calles, por el colorido de los marchantes, las guapas amazonas y los recios vaqueros.
Y ayer domingo, Maki Ortiz Domínguez cerró el ciclo de fiestas conmemorativas del aniversario número 268 de la fundación de Reynosa, con una magna función musical en el estadio López Mateos, con la presentación de grupos como La Firma y El Poder del Norte.
Fue una semana de entretenimiento y espectáculos de todo tipo organizados por el gobierno de Reynosa, con la participación de miles de familias, que recibieron el mensaje del Ayuntamiento en el sentido de que la ciudad se encamina hacia un futuro más promisorio, fincado en sus orígenes históricos.
En Nuevo Laredo, el presidente municipal Enrique Rivas Cuéllar visitó la colonia “Francisco Villa” para desplegar allí el beneficio de varios programas simultáneos, consistentes en el reparto de despensas, servicios médicos, asistencia jurídica, cortes de pelo, comedor comunitario, etcétera.
“Pero lo que más me gusta del programa “Alcalde en tu Colonia”, es atender en la plaza pública a los vecinos, porque expresan libremente sus inquietudes, a mí, a los regidores, a los Secretarios, y juntos empezamos a resolver las necesidades del lugar”, dijo Enrique.
Poniendo él mismo el ejemplo, el jefe de la comuna ayudó en la restauración de luminarias, el bacheo de calles, el arreglo de la plaza, limpieza en la cancha de la iglesia y otras acciones, donde también participaron los vecinos.
Rivas Cuéllar sostuvo una amena charla con las familias, revisando las obras que se han ejecutado en su colonia, como la pavimentación de seis calles con concreto hidráulico y la construcción del puente rumbo a la preparatoria municipal.
Dijo convencido, que van por el camino correcto para volver hacer de Nuevo Laredo, la mejor ciudad de Tamaulipas.
Retomamos temas políticos para confirmar que el calendario estatal electoral es de locos, porque el presidente de la junta de coordinación política en la anterior Legislatura, Ramiro Ramos Salinas, reconoció que hay un desfase entre las vigencias de los próximos presidentes municipales y los diputados locales.
La cosa está así. Los presidentes municipales que se elijan el próximo año serán para cumplir un ciclo de tres años, que vence en el 2021. La elección de diputados locales se hará hasta el año 2019, para concluir su gestión o vigencia en el 2022.
Pero en el año 2022 habrá elección de Gobernador, presidentes municipales y diputados locales. Si los alcaldes triunfantes en 2018 terminarán en 2021, ¿quién quedará a cargo de los Ayuntamientos de esa fecha al 2022?
Ramiro Ramos Salinas opina que una solución para este enigma es elegir en 2018, presidentes municipales para un período de cuatro años.
Mientras tanto, la cerrazón institucional sigue produciendo fuga de cerebros, ejemplificada con el dramático caso del doctor Ramón Durón Ruiz, que pese a ser una eminencia política, fue desterrado durante el sexenio de Egidio Torre.
Otro caso típico es el del abogado Rafael Díez Piñeyro, que mantiene excelentes relaciones con políticos de altos vuelos en la Ciudad de México, pero un celo obstinado y mentes obtusas y retrógradas le han impedido oportunidades de servicio público relevante.
Ojo, Emilio Gamboa Patrón, el coordinador de la bancada tricolor en el Senado, puede emerger como presidente sustituto del PRI nacional, para reencausarlo hacia su reconstrucción, pues Enrique Ochoa Reza de plano no puede con el paquete.
Gamboa hizo delegado de la SCT a Rafael Díez Piñyero en Morelos, con sede en Cuernavaca, y luego delegado de la Lotería Nacional en Nuevo León. No sería raro que si se cumple esa expectativa, de llevar al yucateco al CEN, el mantense se convierta en diputado federal, o diputado local, o presidente estatal del PRI, o…
Correo electrónico: albertoguerra65@hotmail.com
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