Todo parecía ir bien en Matamoros, pero…
CIUDAD VICTORIA, (ASI)— Todavía resuenan las tronantes declaraciones del Presidente Enrique Peña Nieto descalificando a los mexicanos que todos los problemas de México los quieren atribuir a la corrupción, y se produjo la destitución de un funcionario de la PGR por denunciar un caso de corrupción.
Santiago Nieto Castillo era titular de la fiscalía especializada en atención de delitos electorales, en la PGR, y reveló a la prensa que el ex director general de PEMEX Emilio Lozoya le exigió echarle tierra a las acusaciones que pesan en su contra e inclusive, que le pidiera disculpas públicamente.
Lozoya es amigo personal de Peña Nieto y fue un importante operador financiero de la campaña electoral que lo convirtió en Presidente de la República. Pesa en su contra una denuncia de que recibió diez millones de dólares de la empresa brasileña Odebrecht.
La investigación abierta en la PGR en contra de Emilio Lozoya, es por la presunción de que una parte de los diez millones de dólares brasileños, los recibió durante la campaña para ser gastados en la promoción de Peña Nieto.
Santiago Nieto fue echado del cargo mediante un proceso administrativo que le atribuye haber violado un código interno de conducta. La verdad es que la destitución de un funcionario de este nivel sólo puede ser ordenado o aprobado, por el Presidente.
El discurso contra la corrupción produjo una controversia en todos los niveles de la sociedad, pues puso otra vez en la picota a la peculiar manera que Peña Nieto interpreta los sentimientos de la nación.
En ese pronunciamiento, el jefe de las instituciones nacionales criticó severamente a los mexicanos que se quejan invariablemente, de que los problemas del país tienen su raíz en la corrupción de los funcionarios gubernamentales. El lo niega.
Fue una manera tácita usada por Peña Nieto para desmentir que él mismo sea practicante de ese deporte nacional, y de paso quiso desvirtuar la fama pública que gozan los empleados del gobierno, de ser adictos al dinero ajeno.
Fue un discurso presidencial desafortunado, porque nadie puede tapar el sol con un dedo. El gobierno está podrido hasta la médula y negarlo es remar contra la corriente, defender la existencia de Santa Claus y ser considerado candidato a ingresar a La Castañeda.
La destitución del titular de la FEPADE provocó una enérgica reacción en partidos opositores, que se proponen conseguir que el Senado eche abajo la maniobra y lo ratifique en el cargo.
También produce risa loca la revelación de ejecutivos de PEMEX, de que funcionarios y empleados suyos participan en el robo de hidrocarburos, una realidad que todo el mundo conoce pero que ellos negaban porque se trata de un negocio multi-millonario.
Reynosa es ejemplo clásico de la confabulación de funcionarios de la empresa petrolera con particulares, en el robo de gasolinas mediante diferentes mecanismos. Fortunas impresionantes se han amasado allí y todo el mundo las conoce, con nombres y apellidos.
No es ninguna novedad, pero la violencia seguía pegando ayer en Reynosa, en diferentes colonias, lo mismo que en Río Bravo. Las escuelas seguían cerradas y los negocios comerciales suspenden actividades tan pronto como oscurece, incluidas las gasolinerías.
En Río Bravo, un trabajador de la dirección municipal de Servicios Primarios apareció sin vida después de haber sido “levantado” por sicarios. Agraviaron a la familia con la noticia de que el empleado había sido abatido por la fuerza pública, como si perteneciera a la delincuencia.
El titular de Servicios Primarios, Adolfo Uresti Garza, presentó sus condolencias a la familia pero luego retomó el ritmo ordinario de la dependencia, al ordenar que se refuerce el programa de bacheo dispuesto por el presidente municipal Juan Diego Guajardo Anzaldúa.
Algunas calles de Río Bravo resultaron afectadas por las recientes lluvias y las quejas ciudadanas fueron atendidas por el Ayuntamiento, mediante la movilización de cuadrillas de trabajadores, que las reparan.
Ciudad Victoria, capital del crimen, también tiene problemas de vialidades pues los baches adornan la mayoría de las calles, sin que se den abasto las cuadrillas en su afán por taparlos.
Ciudad Madero está peor pues los consecutivos gobiernos petroleros corruptos toleraron y encubrieron irregularidades en obra pública, al grado de que las calles son frágiles, quebradizas, susceptibles de hundirse.
Son los llamados socavones, que ocurren cuando el pavimento cede al peso de los vehículos y abre boquetes de tamaño impresionante. El gobierno municipal, panista, no puede atenderlos y arreglarlos.
Adicionalmente, Ciudad Madero también es víctima de un mal endémico en la zona sur de Tamaulipas, al grado de que el presidente municipal, un señor Zorrilla, se vio obligado a correr de sus cargos al director y sub-director de tránsito.
Igual ocurrió en Tampico, aunque en el puerto jaibo ocurrió un tipo de corrupción diferente, de pesos y centavos, en tanto que en Madero la corrupción fue descubierta en la conducta personal de los titulares.
Altamira no escapa a este mal, pues el gobierno municipal, también panista, corrió a cuatro agentes de tránsito y a un perito, por usar los cargos para extorsionar a automovilistas, preferentemente choferes de camiones de carga.
En temas políticos, Ernesto Robinson Terán no se deja seducir por la legión de sus amigos que lo animan a levantar la mano para repetir como candidato del PRI a presidente municipal de Reynosa, y prefiere prudentemente esperar a que lleguen los tiempos políticos.
Robinson es un joven político fronterizo que iba a ser presidente municipal de Reynosa por mandato popular, pero Egidio Torre Cantú y José Elías Leal tenían otras instrucciones y operaron para que la votación le fuera adversa.
Igual que ocurrió a nivel estatal, con Baltazar Hinojosa Ochoa.
Pero ahora son otras las circunstancias y no se repetirá la intromisión de fuerzas externas para torcer la expresión del electorado vertida en las urnas.
En Ciudad Victoria, capital del crimen, hoy hará el PRI una reunión del consejo político estatal, dizque para confirmar o modificar los acuerdos del consejo político nacional donde se aprobó usar el método de la convención de delegados para elegir candidatos.
En el Congreso local, las comparecencias de miembros del Gabinete ocurrió con más pena que gloria, pues no hay nada de lo que puedan vanagloriarse después de un año de cobrar fabulosos sueldos.
Héctor Escobar resistió la metralla de diputados locales de partidos de oposición al PAN-gobierno, pues la Secretaría de Educación sigue siendo una dependencia con muchas deficiencias.
Héctor no puede manejar la Secretaría de Educación porque es de un tamaño descomunal, comparada con la Universidad privada de Matamoros de donde proviene. Tiene suerte el muchacho porque será sacado de la dependencia, para convertirlo en candidato a diputado federal.
Es impredecible el desenlace electoral en Matamoros, pues el PRI parecía tener todo de su parte para ir por la reelección y aplastar al PAN, pero colaboradores del presidente municipal Jesús de la Garza Díaz del Guante estorban su proyecto con conductas que decepcionan a la gente.
El Ayuntamiento de Matamoros tiene notorias fallas en su manejo administrativo contable, en perjuicio de proveedores que ahora están batallando por la falta de seriedad en el cumplimiento de compromisos.
Correo electrónico: albertoguerra65@hotmail.com
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