Usan naves oficiales hasta para los mandados
CIUDAD VICTORIA, (OGP).— En el año 2010, agentes policiacos comisionados en San Fernando participaron en la masacre ocurrida en una bodega abandonada, donde fueron fusilado 72 inmigrantes. Hoy en día, cinco años después, policías federales fueron aprehendidos y sometidos a juicio penal por cometer secuestro, extorsión y otros delitos, en Matamoros.
Entonces como ahora, se explica el crecimiento e impunidad de los grupos delictivos porque cuentan con la complicidad de agentes (y sus jefes) para vivir al margen de la ley, creando pánico entre la población, desaliento entre los inversionistas y descrédito en el resto de México y el extranjero.
El gobierno del Estado gasta miles de millones de pesos en mantener aquí a fuerzas castrenses y a policías federales, pero con pobres resultados, porque no disminuye la incidencia delictiva ni se restablece el clima de paz, tranquilidad y orden.
¿Qué hacer entonces para que las ciudades de Tamaulipas recobren la normalidad?, muy fácil, metan a la cárcel a los funcionarios (y ex funcionarios) coludidos con los delincuentes, para que sirva de escarmiento y dejen de vender protección e impunidad.
Y por favor, no digan en el gobierno del Estado que no saben quiénes traicionan su confianza, pues hasta los simples ciudadanos conocen sus nombres, no porque sean adivinos o sagaces detectives, sino porque les consta sus nexos mafiosos por haberlos padecido en carne propia.
Recientemente, un ciudadano encaró con voz enérgica al Gobernador del Estado en una ciudad fronteriza, para exigirle ponerle un freno a las corruptelas legaloides y regresar a la cárcel al cabecilla que encabezó el robo a su joyería, cuando se suponía que el pillo estaba a buen resguardo.
Otros tamaulipecos han documentado el involucramiento de funcionarios gubernamentales en ilícitos muy productivos, pero temen denunciarlos hasta anónimamente, porque saben que ellos tienen muchos soplones comprados y no quieren exponerse a represalias o hasta perder la vida.
La corrupción policiaca que afloró entre la policía de San Fernando en 2010 fue encubierta rápidamente, con el procesamiento y condena de varios agentes, pero ninguno de sus jefes fue requerido por la ley. Chivos expiatorios, pues.
Es igual al moderno caso del director general de CONAGUA, que fue descubierto por ciudadanos cuando usaba un helicóptero de la dependencia en un viaje privado, con su familia.
Nadie cree la explicación del funcionario, de que tuvo necesidad emergente de emplear la nave oficial, por motivos de enfermedad, como tampoco es convincente su anuncio de que ya pagó de su peculio el gasto provocado por el desplazamiento del helicóptero.
A nadie extraña el uso de aviones, avionetas y helicópteros gubernamentales en actividades particulares de los funcionarios, porque es una práctica consuetudinaria que nunca es castigada.
Hubo hasta un Gobernador, panista por cierto, que presumía el Helicóptero del Amor, porque paseaba allí a sus novias. (Se llama Sergio Estrada Cajigal y lo padeció el Estado de Morelos).
Si hubiera una real autonomía de poderes, una contraloría independiente, o simplemente una vocación de servicio sin deformaciones ni apetitos extravagantes, el uso de vehículos gubernamentales sería racional, serio, sin ostentaciones ni desviaciones.
Se vale soñar.
Cambiamos de tema para referir que en su más reciente sesión, el pleno de diputados locales fue testigo de una ríspida controversia entre el panista Javier Garza de Coss, ahora alineado en la corriente política de su compadre Francisco García Cabeza de Vaca, y la licenciada Aída Zulema Flores Peña, también de Reynosa.
Aunque usted no lo crea, esta vez le asistió la razón al ex presidente estatal del PAN aunque ahora está expulsado, justamente gracias a una promoción de García Cabeza de Vaca, pues Garza de Coss pidió que alguien haga algo para frenar la ola de violencia que envuelve a su ciudad natal.
Flores Peña salió al quite pero no para defender a los indefensos ciudadanos de Reynosa, sino para cantar las glorias del gobierno en los esfuerzos que realiza para contener a los infractores de la ley.
A ella le basta y sobra con que el gobierno haga como que cumple, sin reparar en que la gente sigue siendo asaltada, golpeada, robada y vejada; hasta pareciera que Flores Peña no vive en Reynosa.
En tanto que Mayra Benavides, también de la cuadra del PRI pero más joven y menos mediatizada, hizo una visita a Nuevo Laredo para entregar nombramientos de la Red de Jóvenes por México (antes MJR) que ella maneja a nivel estatal.
Mayra, también regidora en el Cabildo de Ciudad Victoria, presumió que el PRI es el único partido con apertura democrática e incluyentismo, porque reserva el 30 por ciento de sus espacios de elección popular, para los jóvenes.
Hizo Mayra un llamado a la militancia de Nuevo Laredo, a nombre de Rafael González Benavides, para que estén atentos al arranque de las campañas, el domingo 5 de abril, pues ellos se auto-imponen la obligación de hacer ganar a los candidatos a diputados federales.
A propósito de operadores, el PRI no le echa ni un lazo al ingeniero José Guadalupe Ibarra Martínez, El Negro para sus amigos, pero el director estatal de la red CONALEP es una chucha cuerera en eso de armar equipos de trabajo eficientes y con buenos resultados.
Vea si no, el lector, con lo que hizo don Lupe en Río Bravo: para integrar al nuevo comité de vinculación del CONALEP local, entregó nombramientos a Noelia Cantú de Millan, Carlos Ulivarri y Jesús Leonel López Cantú, entre otros distinguidos ciudadanos.
La bella señora Noelia es la más grande y apreciada filántropa de la región, fundadora y sostenedora de centros de asistencia para desvalidos, repartidora incansable de despensas, becas, anteojos, cirugías quirúrgicas diversas y muchas cosas más.
Ulivarri es presidente repetidor de la CANACO riobravense, justo por su capacidad de gestor, negociador amigable y porfiado, gran amigo de ricos y humildes. Y don Jesús Leonel es un empresario que no se rinde ante las severas adversidades y combina con éxito el manejo de sus negocios, con actividades altruistas y de servicio social, sin esperar recompensas.
Con este comité de vinculación, el CONALEP de Río Bravo no tendrá problemas para resolver sus necesidades.
Y Rafael González Benavides no hace en este mundo al Negro Ibarra Martínez.
Por su parte, el Partido Encuentro Social registró oficialmente a sus ocho candidatos tamaulipecos, entre ellos Roberto Guajardo Anzaldúa para el distrito de Río Bravo y a Ricardo Quintanilla Leal, emparentado con Manuel Cavazos Lerma, en Ciudad Mante.
El ribereño Abdíes Pineda Morín es presidente del consejo político nacional del PES y en esa calidad, capturó la posición número 1 de la II circunscripción, como candidato a diputado federal plurinominal.
Distribuido por la Oficina de Gestoría de Prensa, S. A. de C. V.
Correo electrónico: albertoguerra65@hotmail.com
No hay comentarios:
Publicar un comentario