CIUDAD VICTORIA, Tam. (OGP).- Viajamos desde Ciudad Victoria a Monterrey para atender la invitación de saludar en Apodaca al Presidente Enrique Peña Nieto, que encabezó ayer allí la fiesta del día del adulto mayor. Empero, un pretencioso abuelito nos ganó la delantera, hizo disgustar al jefe de la nación y nos quedamos con la única pregunta preparada en la punta de la lengua.
No pudimos platicar con el Presidente por culpa del viejito pero pronto pasó el disgusto pues después de todo “era su día”, del Adulto Mayor, y del asalto a la investidura presidencial que casi le cuesta que los celosos guardias se lo llevaran cargando de “aguilita”.
Alejandro Guevara Cobos es jefe de giras presidenciales. Accedió a abrirnos los candados para estar cerca en algún evento del Presidente Peña Nieto para hacerle una sola pregunta: ¿cuándo visitará Tamaulipas?.
Guevara Cobos, nativo de Ciudad Mante, ex dirigente nacional juvenil del PRI, dos veces diputado federal, casi Senador de la República, nos mostró el calendario de actividades de Los Pinos y aceptamos acompañarlo en la gira por Nuevo León, el 28 de agosto, con motivo del Día del Adulto Mayor.
Antes había un importante evento en el Estado de Morelos, el lunes 26, pero nos pareció demasiado lejos para ir (el miedo de viajar en avión). Ese día anunció Peña Nieto el programa Becas Salario Universal, un experimento que busca dotar a los muchachos mexicanos de dinero para que no abandonen la escuela. A cambio, ellos harán trabajo comunitario.
Ese mismo día cumplió 38 años el licenciado Alejandro Guevara y recibió un significativo regalo de su jefe del Presidente, pues lo tomó afectuosamente por el brazo y se lo llevó caminando un buen tramo del pasillo alrededor del cual se reunieron diez mil estudiantes morelenses.
--“¿Qué quieres de regalo”, preguntó don Enrique, y Alejandro no cayó en la trampa de pedirle nada pues simplemente sugirió que se lo acumule con el aguinaldo... de cualquiera año, sin importar que sea el de 2016.
Bueno, no ocurrió exactamente así el episodio pero lo cuentan los amigos de Guevara Cobos y uno hasta inventó que le pidió un regalote que empieza con la letra T. Carcajadas.
Llegamos el martes a Apodaca, lugar de la fiesta del miércoles de los abuelitos. Por curiosidad quisimos atestiguar una pre-gira presidencial (un ensayo de la ceremonia) y acompañamos a Guevara Cobos, al secretario general de gobierno de Nuevo León Alvaro Ibarra Hinojosa, orgullosamente de Nuevo Laredo, al Sub-secretario de SEDESOL Ernesto Nemer Alvarez y el popular alcalde local Raymundo Flores Elizondo.
(Esa pre-gira fue la culpable de que no apareciera ayer esta columna pues el tiempo pasó rápido y cuando abrimos la máquina para aporrear el teclado, era demasiado tarde).
En la cena del martes descubrimos que en Apodaca hay grillos hasta en la sopa. El restaurante Los Fresnos fue testigo de un peculiar incidente. Alejandro Guevara Cobos estaba en la mesa del Sub-secretario Nemer, el alcalde Flores Elizondo y otros chipocludos, pero finalmente prefirió estar en la nuestra.
Estaban allí Hugo Carrillo (hermano de Sergio y Pedro, munícipes de Altamira), Rafael Chio, Mario Núñez (saludos Manuel Núñez Rangel, El Eco de Ciudad Mante) y un secretario particular, quien sacó con la cuchara un insecto de su plato de frijoles a la charra.
La reacción fue automática pues todos empujaron con repugnancia sus respectivos platos y llamaron a gritos al mesero para increparlo. Pobre hombre, quería que se lo tragara la tierra pero haciendo de tripas corazón halló la excusa para desaparecer, yendo a la cocina a exigir una explicación.
Regresó el mesero con aire triunfal. Dijo que un comensal matutino pidió un platillo exótico a base de grillos, por su probado valor nutritivo, y que uno de ellos, grillo, se quedó por allí y se coló a los frijoles charros. Eso era todo.
Válida excusa pero nadie más quiso engullirlos.
Grillos, grillos, los de la mesa. Surgieron sabrosos chismes de sobremesa aunque de consumo privado. Podemos contar uno. El Sub-secretario Nemer, compadre de Peña Nieto, está abocado a ser titular de SEDESOL o Gobernador interino del Estado de México.
Alejandro apenas pudo separarse del oído el teléfono celular, de los muchos que carga. Eran llamadas de Secretarios de Estado, Gobernadores y otros prominentes políticos y funcionarios, que lo felicitaban tardíamente por su cumpleaños.
Volvamos con el secretario general de Nuevo León orgullosamente de Nuevo Laredo. Su papá fue comandante del resguardo aduanal mexicano y murió con el uniforme puesto, en la propia aduana. Su suegro Canales Escamilla dejó de existir hace unos días.
El alcalde de Apodaca es muy querido. Lleva tres trienios al frente del Cabildo, pero además, ha sido dos veces diputado federal. En la ceremonia de ayer rompió el aplausómetro pues ni el Gobernador Rodrigo Medina de la Cruz alcanzó tantos decibeles.
Antes de abandonar el restaurante para descansar, el jefe de giras presidenciales tuvo un sobresalto pues fue avisado de una decisión de última hora de la señora Angélica Rivera, antes conocida como Gaviota, de acompañar a su marido en la gira; hubo la necesidad de hacer modificaciones en el programa.
Peña Nieto llegó el miércoles a Apodaca para beneplácito del bonachón alcalde Flores Elizondo pues fue la primera vez que un titular del poder ejecutivo federal se dignaba poner los pies en el municipio, pese a que el aeropuerto está enclavado allí.
Ni Salinas de Gortari que presumía oriundez regia distinguió a Apodaca con una visita.
En la víspera, Enrique Peña Nieto presidió en la Ciudad de México una reunión del Consejo Nacional de Seguridad Pública en la que participó el Gobernador Egidio Torre Cantú, para hacer propio el decálogo anunciado para el combate a la delincuencia.
El Gobernador Torre expresó que Tamaulipas secunda todas las acciones del gobierno federal encaminadas a devolver la paz a México.
Ayer, el ingeniero Torre clausuró en Ciudad Victoria el Congreso Nacional de la CNC y felicitó a los agraristas, a los funcionarios y a los políticos por sus aportaciones en la solución de los problemas que agobian al campo.
Retomamos el tema de Apodaca para referir que fuimos instalado en una ala VIP para saludar al Presidente a su llegada al recinto, pero un viejito pomadoso, elegante y estirado, nos puso nerviosos con su petición de que le ayudáramos a detener a Peña Nieto porque quería tomarse la foto con él.
No le hicimos caso pero ni falta que hizo pues el anciano se nos echó encima cuando el Presidente estuvo cerca, lo tomó violentamente del brazo, le hizo una serie de peticiones sin permitir que se retirara y aceptó soltarlo sólo cuando los guardias presidenciales le picaron las costillas y le estiraron con violencia de las faldas de su saco.
Peña se retiró con el rostro disgustado y echando rayos y centellas... en silencio. Ya ni nos miró
Mañana le seguimos porque además nos salió cara la visita pues pagamos cuentas ajenas.
Distribuido por la Oficina de Gestoría de Prensa, S. A. de C. V.
Correo electrónico: albertoguerra65@hotmail.com
No hay comentarios:
Publicar un comentario